miércoles, 18 de agosto de 2010

11.Verdades que matan.

Me besó,sí,lo hizo,pero no era un beso cómo los que siempre me había dado,era un beso que empezaba dulce y suave pero que poco a poco se iva volviendo apasionado y rápido.Paso su mano derecha por entre mi despeinada cabellera mientras la izquierda reposaba sobre mi cintura y yo le agarraba dulcemente la cara entre mis manos.Poco a poco me fue girando hasta quedar encima de mí y bajar sus manos a mis caderas mientras empezaba a bajar sus besos hasta el cuello,pero...¡cómo no! Alguien tenía que llamar a la puerta e interrumpir,y ese alguien,no era precisamente la persona que tanto Rubén como yo deseabamos ver.Me inocrporé rapidamente y intenté atusarme un poco los rizos desordenados que se ivan por todas partes y abrí la puerta mientras Rubén permanecía tumbado en la cama.Me quedé quieta,completamente inmóvil mientras Diego me miraba desde el pasillo.

-¿Puedo pasar?
-Adelante...-ni siquiera lo miré a los ojos,esperé a que entrará y cerré la puerta.

Al ver a Rubén en mi cama Diego puso una expresión de rabia y odio que no trado mucho en borrarse,¿que hacía allí?

-Diego,¿a que has venido?-mi voz era cortante,como con un hilo de odio y rencor escondidos en ella.
-A decirte la verdad,y luego tú decidiras lo que hacer.
-Pues empieza,y sé lo más breve posible.
-La noche anterior a que tu me encontraras con Norma en su cuarto,había sido la fiesta de mi hermano,tú lo sabes porque estuviste en ella.Te ví salir fuera de la fiesta y abrazarte a alguien,no sabía quien era,no me contestes,sé que era tu primo,pero yo en ese entonces no lo sabía y los celos me cegaron.Empecé a beber hasta que no pude más y ya no respondía de mis actos,Norma aprovechandose de esto vino a buscarme diciendo que te había visto irte con otro besandote en su coche.Yo como un idiota me lo creí.Me llevó a su casa y...bueno el restó creo que ya lo sabes.No me enteré de la verdad hasta que un día oí hablar a Norma con sus hermanas,pero ya era demasiado tarde para recuperarte.

Yo lo escuchaba,pero no sabía si creerle o no,estaba quieta mirando a algun punto de mi habitación.Las piernas me flaquearon y senté junto a Rubén,que inmediatamente me abrazó al notar como temblaba,le agarré la mano y la estreche fuertemente,él sabía perfectamente lo que yo quería.

-Diego será mejor que te vayas.-La voz de Rubén sonaba dura y estricta.
-Pero esque yo...
-Vete,por favor,ella no está bien.

Diego no dijo nada más solo se giró abrió la puerta me miró por última vez y salio cerrando la puerta tras de sí.En el mismo momento en el que cerraba la puerta yo caía hacia atras mirando al techo con la mente en blanco y totalmente hecha un lio.Cerré los ojos unos segundos,los abrí y miré a Rubén que me miraba preocupado.Me senté y sonreí.

-Estoy bien,tranquilo.
-¿De verdad?
-Sí,solo me he quedado un poco..-pensé la palabra antes de decirla-sorprendida.

Sonrió y me besó la frente con cuidado, me abrazó y me empezó a acariciar la cara,tranquilizandome,porque aunque yo habia dicho que estaba bien,a él no podía mentirle,sabía cómo me sentía,y sabía que en ese momento necesitaba que alguien me apoyará,lo necesitaba a él.

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