Tic,tac,tic,tac,tic,tac...
Las cinco de la mañana,de una noche oscura,fria y para mi,interminable.
En mi cabeza rondaban mil preguntas sin respuesta,que se chocaban y me provocaban un dolor de cabeza que ni el mejor de los medicos me podria quitar.
Tras horas y horas de llanto,se me habian terminado hasta las lagrimas,y solo podia sollozar.
Cada minuto que pasaba se me hacia eterno,y en mi mente resonaba una canción...
"Cuando lloras se para el mundo y nunca se que decir"
Cada recuerdo se me clavaba como mil agujas atravesandome simultaneamente la piel..
Era inevitable el sufrimiento,por lo menos es lo que me parecia a mi,en ese momento me sentía más sola que nunca.
El sueño me vencío y caí rendida sobre mi almohada empapada del agua salada de mis lágrimas.
Eran las diez de la mañana y las voces de dos chicas que parecian discutir me sacaron de mi tan reducido sueño.
-Mira Mónica la despiertas tú que para algo eres la pequeña,si se enfada que se enfade contigo.
-!Qué no! Que la despiertes tú! Para algo eres la mayor y la responsable segun dices ¿no?
Abrí los ojos y las dos ajenas a mi despertar seguian discutiendo por quien me despertaba..
-!Chicaaaaaaaaaaaaaaaaaaaas! ¿No veis que no hace falta que me despierte nadie? Ya estoy despierta por vuestros gritos,que por cierto,¿Qué haceis en mi casa?
Las dos sonrientes me contestarón al unisono:
-!Te vamos a llevar de compras!
-!Ni en sueños! Sabeis de sobra que no estoy para salir,y mucho menos para compras...
Rebeca me insistio tanto,que al final accedí,y me ví en la puerta del centro comercial,sin saber ni siquiera que hacia alli...
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