Norma había llegado a mi casa,sí,la muy atrevida tenía el valor y la poca vergüenza de presentarse en mi casa y con ese aspecto.Llevaba un pijama de color rosa pálido,un recogido mal hecho con algunos de los mechones de su teñida y corta melena sobre su rostro.No llevaba maquillaje y la verdad que así,asustaba un poco.Tras ella aparecieron las gemelas que por lo menos,llevaban ropa de calle,aún así la verdad es que no eran lo que se diría,futuras modelos.
Recorrieron todo el salón con Norma a la cabeza guiándolas hasta donde se encontraba Diego.Rubén y yo salimos de la terraza en el momento justo en el que Norma llegaba donde Diego y los seis nos miramos.Rubén me agarró de la cintura cómo si intentará hacerles saber que me tenía bajo su protección y que nada podría hacerme daño mientras el estuviera allí.Norma me miraba cómo si quisiera ahogarme en ese mismo momento,al igual que su hermana Laura,mientras Patricia se mantenía con la cabeza agachada unos pasos detrás de sus hermanas.A Diego lo que menos parecía importarle era la presencia de Norma y sus hermana,ya qué no separaba su mirada de la mano de Rubén estrechando mi cintura.El silencio era estremecedor y yo comencé a sentirme incómoda,aunque hubiera preferido un montón de veces ese silencio,que lo que la voz chillona e irritante de Norma estaba a punto de soltar.
-¿Se puede saber que diablos haces con está muñequita?¿Diego,que pretendes engañarme con ella?¿No ves que ya encontró a otro? ¡No te quiere y nunca lo hizo! Te utilizó,no como yo mi vida,yo te quiero muchísimo.
Diego se giró para mirarla,cosa que no había hasta ese momento,cuando la vio se quedó algo impresionado por su tan peculiar vestimenta,pero ni siquiera esa cómica ropa le hizo salir de su enfado.
-Norma,la que no pinta nada aquí ahora mismo eres TÚ.Nunca te he querido,ni lo voy ha hacer.¿No te das cuenta de que solo te usé para olvidarme de Adriana? Eres insoportable,te he aguantado todo este tiempo con la esperanza de poder llegar a quererte,pero no puedo.Se acabó Norma,olvidaté de que existó,y olvidaté de Adriana,porque no te voy a permitir que la hagas daño.
El silencio incomodo volvió,y está vez yo estaba ida completamente,¿de verdad había escuchado lo que creia que había escuchado?Pero,no sabia si creermelo o no,tenía ganas de llorar y de reir a la vez,si aquello fuese cierto,no entendia nada,necesitaba explicaciones.No se me ocurrio nada más que abrazarme a Rubén.
-Niani,¿estas bien?-Susurro junto a mi oido para que solo yo pudiera escucharle.
-Sacame de aquí por favor.
Ruben no dijo nada,me cojio de la cintura y me condujo hasta mi cuarto ante la antenta mirada de las otras cuatro personas que habian tomado parte en el incidente.
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